CONCLUSIONES

Los investigadores se enfrentan a situaciones adversas (sociales, humanas, históricas, de convivencia) que pueden alterar los resultados de sus estudios, por lo tanto han de ceñirse a la metodología y todas las herramientas que aseguren la rigurosidad de la investigación para alcanzar resultados confiables.

Aunque la ética es inherente al ser humano, estamos todos provistos de subjetividad que puede alterar el ejercicio moral de los profesores. Es por ello que en respuesta a esa ética, todo profesional de la educación ha de fortalecerse en cuanto a la valoración de comportamientos y acciones de equidad y de profesionalización, que le permitan establecer deberes y derechos, como parte de los principios deontológicos que se debe asumir como profesional de la educación.

La sociedad del conocimiento es resultado del auge de las tecnologías de la información y las comunicaciones, que han propiciado e impulsado la masificación de informes en tiempo real, afectando de alguna manera a la cultura científica, que ha de ponerse a la par con la creciente innovación que dicha sociedad propone o exige.